FACTORIA-DE-LUNATICOS

Thursday, December 14, 2006

elementos básicos
de
DRAMATURGIA
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lo verosimil en la obra de creación:

Mínimo de “lógica realista” en la que deben desenvolverse tanto los acontecimientos como los personajes dramáticos (en cada caso concreto de género) para que el espectador acepte ser llevado hasta el punto de identificación con la ficción.

El grado de realismo exigido por la verosimilitud para que se cumpla este requisito fluctúa según el género del que tratemos (convencionalidad estructural), en función de los diferentes factores, motivaciones o estímulos provocados por los componentes de la acción o su propia dinámica: calidad, reconocimiento temático, nivel cultural de la audiencia y grado de identificación previa con la historia o la temática, cualidades patéticas, temáticas o expositivas en función del gusto/repulsión u otras expectativas deseables/indeseables para el espectador, etc.)

Es patente que la placentera expectativa de, por ejemplo, el “humor”, en la comedia, compensa y libera de la necesidad de una férrea y rigurosa verosimilitud, y de modo análogo, los elementos de “riesgo”, “espectacularidad”, “exotismo” en las películas del género de aventuras u otros, o el emocionante morbo del “miedo” en los films del género de terror, etc…, permiten también licencias significativas respecto del grado de rigor en la utilización de lo verosímil.

La verosimilitud se halla, pués, directamente emparejada con la credibilidad; y, a su vez, ésta se halla parcialmente perfilada por el mayor o menor índice de coincidencia entre el diseño “realista” de la historia narrada y la probabilidad de que dicho diseño soportara o permitiera el homólogo suceder de acontecimientos y acciones en el propio tejido de la realidad. Además de que por otro lado, tal credibilidad se hallaría sujeta a las incidencias derivadas de un factor corrector de convencionalidad de género, además de a algunos otros diversos factores sicológicos emparentados con la esfera de la pre-estimulación del espectador y sus decisivas expectativas de placer. Puede afirmarse que cuanto mayores sean las mencionadas expectativas de disfrute de la obra por parte de la audiencia, menor será la necesidad de una disciplinada verosimilitud para la aceptación de la historia y menos exigente deberá ser el criterio de rigurosidad en la
credibilidad.

En este sentido, cada una de las tipificaciones de los modelos convencionales de la obra dramática -los
designados como géneros- se hallan regidos por un código normativo común de formas y convenciones dramáticas y temáticas: policíaco, de terror, bélico, comedia, de intriga, psicológico, sainete, tragicomedia, melodrama, etc.
Cada uno de estos códigos genéricos establece una determinada formulación disciplinar respecto del tandem de la credibilidad/verosimilitud; exigiendo mayor grado de verosimilitud, obviamente, en los géneros considerados como “realistas”, “serios” o “dramáticos” (bélico, policiaco, drama, social, histórico, político, biográfico…) frente a los géneros ligeros o de entretenimiento o humor (comedias cómicas, sainetes, astracanes, bufonadas…) en los que los valores estéticos de la verosimilitud/credibilidad pueden supeditarse a los del divertimento desenfadado, el entretenimiento, el humor, etc. O sencillamente a los experimentales o de formulación informal, cuyas deliberadas manipulaciones estructurales de los códigos de construcción pueden y suplen de hecho en prioridad a las propias fallas, incorrecciones o deliberadas irregularidades y alteraciones del diseño de credibilidad de la obra de creación, tanto en lo que se refiere a las de carácter teatral o escénico en general, como a las de configuración cinematográfica.

Del libro de ensayo, de JA CD: "Elementos de Dramaturgia" copyright 87

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